El Emilio de Rousseau, libro 3º
J.J Rousseau |
Se expone en esta obra su teoría sobre la educación, que forma un conjunto homogéneo con la teoría expuesta en La Nueva Eloísa y la teoría de las instituciones políticas en el Contrato Social. La obra consta de cinco libros en los que su autor narra las diferentes etapas del desarrollo de Emilio, un niño que con la ayuda de un preceptor, es educado en la libertad de la naturaleza, fuera de la influencia negativa de la sociedad, hasta que ya adulto, encuentra una mujer y constituye una familia.
El libro contiene, además, dos textos con entidad propia, que son: La profesión de fe de un cura saboyano (libro IV) y un resumen del Contrato Social (libro V).
“Todo es bueno cuando sale de las manos del autor de las cosas, todo degenera en manos del hombre”. Con esta frase empieza Rousseau la obra, fijando el rumbo de la educación de Emilio.
Entrando a comentar el libro III, el que nos ocupa hoy, diremos que abarca la tercera etapa del desarrollo de la vida de Emilio, de los 12 a los 15 años. Es la etapa más bella de la vida, porque las fuerzas superan a las necesidades. Por dicha razón, es también el momento óptimo para la instrucción y el estudio.
Ante la gran cantidad de las cosas por aprender que Emilio tiene ante sí, ¿cuál escoger? Rousseau afirma que no se trata de saberlo todo. Emilio sólo necesita las ideas justas y claras que le sean de utilidad. Y dado que la experiencia en el medio más útil de aprendizaje, es preciso que construya su propio conocimiento a partir de la observación directa de los fenómenos naturales. Por eso se prescindirá de las enseñanzas pasivas y de los libros. Tan sólo se tendrá en cuenta la obra Robinson Crusoe, como modelo de persona que con su trabajo satisface sus necesidades.
Emilio también deberá aprender un oficio manual honroso, no tanto para llegar a ser un buen ebanista (profesión que Rousseau le asigna) como para aprender a ser útil a sus semejantes.
El Emilio es con toda probabilidad, la obra más importante de Rousseau y la que le acarreará mayor persecución. El libro fue condenado por el Parlamento y fue quemado. El arzobispo de París, lo incluyó en el index, lo cual provocó una dura réplica de Rousseau en la Carta a Christophe de Beaumont, que es preciso leer como complemento a la Profesión de fe. Con esta obra se inició el largo e irreversible proceso de aislamiento, que conducirá a Rousseau a las puertas de la locura. Pero la importancia del libro y su influencia posterior no están tanto en las cuestiones religiosas como en las cuestiones pedagógicas. Efectivamente al lado de los elementos novelescos de la obra, encontramos todo un sistema pedagógico que Rousseau construye sobre la base de una rigurosa investigación de la naturaleza del niño, la cual constituye el punto de partida de la pedagogía moderna.