domingo, 17 de noviembre de 2013

La aporía de Menón y el problema de Molyneux. De la clase de Teoría del Conocimiento 4-11-13

La aporía de Menón y el problema de Molyneux

APORÍA DE MENÓN

Platón
En el dialogo platónico Menón, se plantea una aporía, esto es, un problema que parece no tener solución, como un callejón sin salida. La aporía es la siguiente: imaginemos que vamos a investigar que es la virtud y Menón le pregunta a Sócrates: ¿de qué manera vas a investigar algo que no sabes en absoluto qué es?. 

La aporía generalizada sería así: que no es posible para el hombre investigar ni lo que sabe ni lo que no sabe. Pues ni sería capaz de investigar lo que sabe, puesto que ya lo sabe y no tendría ninguna necesidad de investigarlo, ni lo que sabe, puesto que ni siquiera sabe lo que va a investigar. Si no sabes nada, ¿cómo lo vas a investigar?, pero si lo sabéis, ¿para qué sirve?.

Conclusión: sobre cualquier asunto, tema de la virtud o cualquiera, la investigación no puede partir, ni de la ignorancia absoluta (porque no se sabría por donde empezar a investigar), ni de la sabiduría plena (porque no habría necesidad de investigar). Entonces ¿cómo es posible aprender lo que no se sabe? Respuesta de Platón: "aprender no es otra cosa que recordar". En realidad no aprendemos nada nuevo sino que recordamos el saber de fondo. El alma humana, por su origen divino, contiene de una manera innata, todas las verdades que pudiera hallar. Aprender es recordar. La razón, parte superior del alma, es la única fuente de conocimiento. Esta es la clave del innatismo de contenido platónico. El conocimiento es siempre de lo universal y necesario. Sin embargo para él, los testimonios de los sentidos, siempre son de lo particular y concreto, de lo que sucede aquí y ahora, con lo que difícilmente pueden ser el origen de las verdades universales y necesarias (argumento de la pobreza del estímulo o estimular)

Ver : innatismo, reminiscencia.

PROBLEMA DE MOLYNEUX

Es una crítica al racionalismo cartesiano.

John Locke
El problema de Molyneux es un experimento mental planteado por el científico irlandés William Molyneux a John Locke a fines del siglo XVII, según el cual se especulan la reacción de un ciego de nacimiento que adquiere la vista a edad adulta y mira un cubo y una esfera, figuras geométricas que antes sabía reconocer y nombrar gracias al tacto. La pregunta de Molyneaux es: ¿la persona que ha adquirido la vista reconocería con la mirada lo que ya sabía reconocer con las manos? ¿El conocimiento del espacio tiene entonces carácter empírico o es a priori?

El científico irlandés William Molyneux (1656-1698) expuso por vez primera el problema en su Dioptrica nova (1692) y lo planteó en forma de problema concreto a John Locke en una carta del 2 de marzo de 1693, la cual es reproducida por Locke en la segunda edición del Ensayo sobre el entendimiento humano (1694):

"Estoy de acuerdo con la respuesta que ofrece al problema este hombre inteligente, de quien me envanezco en llamarme amigo, y soy de la opinión de que el ciego no podría, a primera vista, decir con certeza cuál es el globo y cuál el cubo, mientras sólo los viera, aunque por el tacto pudiera nombrarlos sin equivocarse y con toda seguridad supiera distinguirlos por las diferencias de sus formas tentadas."

Respuesta de Locke: NO es posible que el señor pueda reconocer los objetos con sólo verlos. Si podría, en cambio, reconocerlos si los tocara con la mano.

Más tarde, en 1728, el médico londinense William Cheselden operó con éxito de cataratas a un joven ciego de 14 años y, como resultado de la aparente imposibilidad del paciente para reconocer visualmente formas geométricas, pretendió apoyar las conclusiones conjeturadas por Locke y Molyneaux.

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